En este artículo vamos a ver las propiedades que nos aporta este plato tan exquisito como es el carpaccio de ternera con espárragos trigueros, parmesano y tomates cherry, además de ver cuál es el secreto para que te salgan unas lonchas super finas al cortarlo.
Lo primero que debemos escoger, ya antes de efectuar el corte, es la propia carne que vamos a usar en este estupendo plato.
Podemos preparar carpaccio con prácticamente la inmensa totalidad de carnes y pescados existentes (siempre y cuando llevemos a cabo correctamente el corte). Lo más conveniente, y para continuar la receta original, es emplear carnes rojas, en concreto de buey, puesto que era con las que se preparaban las primeras recetas.
Al tratarse de un plato que se come crudo, como es natural debemos adquirir materias primas de la mejor calidad posible.
En el momento en que hayamos escogido la carne con la que trabajar vamos a proceder al corte, que debe ser lo más fino posible. Para ello es muy recomendable que utilices una cortadora de fiambre, de manera que hagamos cortes muy finos sin riesgo a que se nos rompan. El secreto para lograr este género de lonchas radica en la congelación previa de la carne, puesto que cuando la saquemos de la nevera y comience a descongelarse va a ser el momento preciso para lograr lonchas tan finas (prácticamente transparentes) y que no se nos rompan.
Una vez tenemos la carne cortada simplemente nos queda montar el plato, que en esta ocasión vamos a hacerlos con los ingredientes antes mencionados, aunque puedes hacerlo con los que más te gusten.
Este plato es rico en proteínas por parte del queso y la ternera; y también nos aporta fibra y vitaminas, por parte de los cherrys y los espárragos.
Los espárragos son ricos en potasio, folatos, fósforo, vitamina A, vitamina C y magnesio. La temporada de espárragos trigueros es entre los meses de noviembre a marzo (cuando comienzan las lluvias), aunque los podemos encontrar durante todo el año en el supermercado.
Los tomates cherrys nos aportan potasio, vitamina A, vitamina C y fósforo. Su cosecha transcurre entre los meses de verano, de junio a septiembre. Son una de las mejores especies de tomates para consumir en ensalada, en tanto que su sabor dulce y la piel fina que tiene es muy agradable para las ensaladas o guarniciones.
El queso parmesano tiene calcio, fósforo y vitamina B2. Es el queso que más calcio tiene y es de los que más grasa aporta a nuestra dieta. Por lo tanto hay que aportarlo con moderación.
Y por último la ternera, que es una gran fuente de proteínas y hierro. La única precaución es que las carnes rojas aportan grasas saturadas, por tanto es recomendable consumirla una o dos veces a la semana, dependiendo de si estamos a dieta o no.
Apunte
También podemos hacerlo con espárragos blancos que contienen menor cantidad de vitaminas que los verdes, sobre todo con respecto a la cantidad de vitamina C. Para terminar de llenar este plato, sería perfecto acompañarlo con algo de hidratos de carbono, y para ello podemos hacerlo con dos rodajas de pan integral para obtener el aporte de ellos.