Con la llegada del verano nos apetecen platos frescos y de poca elaboración, que se puedan preparar sin encender la cocina. El salmorejo es uno de estos platos, que yo tomo muy a menudo a partir de estas fechas.
¿Qué necesitamos para hacer salmorejo?
Los ingredientes los tenemos en cualquier despensa. El ingrediente principal es el tomate, que tiene que ser rojo y si puede ser de huerto mejor. Puedes aprovechar los tomates demasiado maduros que ya no te vas a comer.
Además de tomate, nos hace falta aceite de oliva, sal, pimienta, un par de ajos y pan, que puede ser del día anterior por aquello de aprovechar la comida y no tirar las sobras.
¿Cómo se hace el salmorejo?
Para hacerlo nos hace falta una batidora y un vaso, que tiene que ser grande si hacemos salmorejo para varias personas. En donde mejor se hace es en una batidora de vaso, pero con una de brazo también se hace.
Lo primero es poner la sal y los dos ajos en el fondo. Si quieres que el sabor sea más suave puedes poner un ajo. Luego pones un poco de pan (no te compliques con la cantidad porque luego se puede corregir), un chorro generoso de aceite de oliva y los tomates. 
Corta los tomates en trozos, ya que así la batidora trabaja menos. Opcionalmente, hay personas que lo ponen y personas que no, puedes echar un chorro de vinagre. En mi caso, a veces le pongo un poco de vinagre de Módena.
Una vez que tienes todos los ingredientes sólo queda batir bien para hacer una pasta homogénea, que quedará más líquida o más espesa dependiendo del pan que hayas añadido al principio.
Prepara los añadidos
Una vez que tenemos la pasta hay gente que la pasa por un pasa puré o chino para quitar la piel. En mi caso no lo hago, porque las pieles tienen fibra y yo no las noto.
En cuanto a los añadidos, consisten en huevo cocido y unos trozos de jamón. Si quieres que el salmorejo sea más ligero los puedes obviar, porque está igual de bueno.
