Con el calor hay que comenzar a tener cuidado en la cocina, pues las bacterias encuentran su hábitat natural con las altas temperaturas, lo que hace que proliferen.
Por eso, en verano hay que extremar las precauciones y la higiene a la hora de cocinar, pues las posibilidades de una intoxicación alimentaria son mayores.
Limpia muy bien las superficies
Cuando cocinamos solemos cortar alimentos. A veces lo hacemos sobre la encimera y a veces sobre una tabla. Lo hagamos sobre la superficie que sea, lo importante aquí es limpiar muy bien cuando cortamos los alimentos.
La limpieza se tiene que suceder entre alimento y alimento. Esto quiere decir que si cortamos verduras, antes de cortar carne hay que limpiar la superficie de corte. Si tienes prisa, lo mejor es tener preparadas varias tablas de corte y usar una para cada alimento.
La razón de esto es simple. Si estamos preparando un plato de carne con verduras para el sofrito y cortamos todos los alimentos en la misma tabla, podemos pasar la contaminación de uno a otro.
Cortando cada alimento en una superficie distinta o en una limpia, evitamos que la contaminación pase de uno a otro.
El huevo, otro de los alimentos con los que hay que tener mucho cuidado
El huevo es uno de esos alimentos con los que hay que extremar las precauciones en verano. La razón es la temida salmonela, una bacteria que puede incluso matarnos.
Mi consejo es que evitéis el huevo en verano todo lo que podáis. Si os gusta la mayonesa, la podéis comprar sin huevo en las tiendas, eliminando así la posibilidad de contaminación.
Otro consejo consiste en poner un chorro de limón en la mayonesa si usamos huevo. De este modo el ácido acaba con las bacterias,o al menos con una buena parte de ellas.
Para terminar, no debes guardar nada hecho con huevo en la nevera. Es mejor hacer menos cantidad para consumirla de forma inmediata.