La anemia o déficit de hierro, se produce cuando no hay suficientes células sanguíneas en el cuerpo y puede ser un problema muy serio, sobre todo si no se trata a tiempo.
Durante el embarazo, la cantidad de sangre que circula en el cuerpo de la madre aumenta aproximadamente del 40 a 50% para permitir el desarrollo del bebé. Si los glóbulos rojos no aumentan en la misma proporción, la anemia puede producirse. Esta falta de células sanguíneas puede conducir a una falta de hierro en la madre y el bebé, algo que por supuesto no queremos.
Cuando la anemia es causada por problemas hereditarios de la hemoglobina, el cuadro clínico puede ser más grave y puede afectar la salud de ambos. La anemia también puede ser causada por la falta de ácido fólico (vitamina del grupo B necesaria para la producción de glóbulos rojos), la pérdida de sangre o por una enfermedad crónica.
Los síntomas más frecuentes asociados con un marco médico de la anemia son:
1. Fatiga.
2. Palidez.
3. Vértigo.
4. Desmayos.
5. Disminución de la capacidad del cuerpo para combatir la enfermedad en sí misma.
Por eso, ante la más mínima sospecha lo mejor es acudir a su médico de familia, el cual sabrá cómo actuar en cada momento y es posible que prescriba unas pruebas sencillas, como un análisis de sangre con el cual se puede confirmar si existe esta enfermedad o los síntomas no tienen nada que ver con la anemia.
Tratamiento de la anemia
El tratamiento puede consistir en los suplementos de hierro. Hacer una dieta equilibrada es esencial para proporcionar a su cuerpo los nutrientes que necesita para mantenerse saludable y ser capaz de satisfacer las necesidades del crecimiento normal del bebé.
El hierro se encuentra en alimentos como carne roja, habas, espinacas, pescado, pollo y cerdo. La absorción del hierro por el cuerpo es más eficaz si se combina con vitamina C, presente en las naranjas, tomates o vegetales.
De todas maneras, no hay que comer sólo estos alimentos ni aumentar demasiado su ingesta si no se consulta con un médico, ya que el cuerpo es una máquina complicada y tanto el exceso como la falta de un nutriente es un problema.