Seguro que alguna vez habéis escuchado la expresión: «No pasan más cosas porque Dios no quiere», referida a que no hay más accidentes porque tiene que haber algo sobrenatural que lo evite.
Independientemente de lo religiosos que seáis, es verdad que no podemos explicarnos cómo no ocurren más accidentes con lo inconsciente que es la gente.
Siempre hay que llevar agua al salir a hacer deporte
Esto lo digo porque no hace mucho me he encontrado con un caso que me ha llamado la atención, y más teniendo en cuenta la edad de las protagonistas.
Se trataba de un grupo de mujeres de mediana edad que iba de paseo por una vía verde de mi localidad. Estas mujeres andan a un ritmo rápido, y pese a las temperaturas y al ritmo que llevaban ninguna llevaba ni una pequeña botella de agua, de esas que podemos comprar en los supermercados.
Una simple botella de agua te puede salvar la vida
Quizá el título es un poco exagerado, pero no creáis que lo es tanto. En verano es muy fácil terminar deshidratado, y más cuando estamos al aire libre haciendo deporte, aunque no sea a las horas centrales del día.
Las temperatura son altas y se suele sudar si se hace deporte de verdad, por lo que nuestro cuerpo se va deshidratando de forma paulatina hasta que nos da el aviso.
Es verdad que caminando a ritmo fuerte no es sencillo deshidratarse, pero es una posibilidad cuando se hacen varios km a ese ritmo, y más si antes no se han ingerido líquidos.
Una simple botella puede prevenir el riesgo, que es mayor cuanto mayor es la edad de la persona y si tiene algún problema de salud, común a ciertas edades.
Por eso, mi consejo es que este verano siempre salgas con una pequeña botella de agua, al menos, cuando hagas deporte.