La administración de suplementos nutricionales en el embarazo es un procedimiento común, ya que todas las mujeres se cuidan lo máximo y hacen todo lo posible para que su bebé nazca sano y sin ningún problema de salud.
El aumento en las necesidades de nutrientes del embarazo, puede ser suplido por un régimen alimenticio que garantice una adecuada ingesta de calorías y proteínas, aunque siempre hay que estar atenta al hierro, puesto que durante el embarazo es muy fácil tener una anemia. En este caso lo mejor es consultar al médico.
Los beneficios del ácido fólico en la prevención de defectos del tubo neural están apoyados por varios estudios. Se recomienda la suplementación del período pré-concepcional (antes de que empiece el embarazo) hasta el final del primer trimestre del embarazo. Hay algunas mujeres que empiezan a tomar ácido fólico por iniciativa propia cuando deciden que van a intentar quedarse embarazadas pero lo mejor es consultar al médico para informarle sobre la posología que debería tomar.
La vitamina D y calcio pueden administrarse si no hay exposición al sol, ingesta inadecuada de calcio o presión arterial alta. La administración de suplementos de yodo está indicado en caso de bocio endémico.
Los restantes nutrientes no deben ser suplementados, excepto en situaciones particulares. Su médico decidirá lo que es más adecuado para usted. No olvide que la calidad y variedad de su comida son dos aspectos fundamentales para mantener un aporte equilibrado de los nutrientes claves en su cuerpo.